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Querida comunidad,


Hay enfermedades que llegan como tormentas: ruidosas, visibles, urgentes. Y hay otras que se instalan en silencio, disfrazadas de cansancio, cambios de humor, aumento de peso o caída de cabello. El hipotiroidismo subclínico es una de ellas. Lo sé porque lo viví.


Durante mi juventud, cuando apenas comenzaba mi carrera médica, empecé a notar síntomas que no encajaban del todo: una fatiga inexplicable, mi piel cada vez más seca, dificultad para concentrarme, y una sensación interna de lentitud que nada tenía que ver con mis hábitos. Me hice análisis. ?Todo está dentro del rango?, me dijeron.


Pero mi cuerpo insistía: algo no estaba bien. Fue entonces cuando comprendí que el hipotiroidismo subclínico no es solo una ?fase leve? del hipotiroidismo. Es una señal de alerta, una especie de susurro que la glándula tiroides lanza antes de enfermarse a gran escala. Y si aprendemos a escucharla a tiempo, podemos prevenir consecuencias mayores.


¿Qué es el hipotiroidismo subclínico?


A diferencia del hipotiroidismo clásico (en el que la TSH está alta y las hormonas tiroideas como T3 y T4 están bajas), en el hipotiroidismo subclínico los valores hormonales aún se mantienen ?dentro del rango? en los exámenes de laboratorio, aunque ya hay señales de que algo no está funcionando como debería.


Es decir, el cuerpo ya está luchando para compensar una tiroides que no responde como antes? pero aún no lo suficiente como para ?romper? los parámetros clínicos. Por eso se llama ?subclínico?: porque todavía no alcanza los criterios para un diagnóstico rotundo, aunque los síntomas ya están presentes.



Prevalencia y estadísticas


Según datos recientes, se estima que entre un 4% y un 10% de la población general padece hipotiroidismo subclínico, y este número aumenta significativamente en mujeres mayores de 35 años, especialmente durante la perimenopausia y la menopausia.

Además, más del 60% de los casos están sub diagnosticados o infravalorados, lo cual retrasa el tratamiento y agrava el deterioro metabólico y hormonal.


¿Cómo se manifiesta esta condición?


Los síntomas pueden ser sutiles, pero persistentes. Los más comunes incluyen:


?? Cansancio constante, especialmente al despertar

?? Dificultad para perder peso, incluso con dieta y ejercicio

?? Caída de cabello o cabello más fino

?? Piel seca y uñas quebradizas

?? Estreñimiento

?? Frío constante, especialmente en manos y pies

?? Cambios en el estado de ánimo, ansiedad o depresión leve

?? Ciclos menstruales irregulares o pesados


Lo más frustrante es que muchas veces estos síntomas son atribuidos a ?estrés?, ?edad? o ?rutina?. Pero detrás, puede estar una tiroides que está pidiendo auxilio.



¿Qué muestran los exámenes?


El perfil más común del hipotiroidismo subclínico es:


TSH ligeramente elevada (entre 4.5 y 10 mUI/L)

T4 libre dentro del rango normal

T3 libre a menudo en el límite bajo

Anticuerpos antitiroideos (TPO y anti-tiroglobulina) positivos en muchos casos, lo que sugiere un proceso autoinmune como la tiroiditis de Hashimoto


Es decir: los valores ?normales? pueden ocultar un desequilibrio. Por eso, una evaluación funcional y detallada es clave para no dejar pasar señales importantes.


Errores comunes en el diagnóstico


Uno de los errores más frecuentes es basarse únicamente en la TSH como criterio absoluto, sin tomar en cuenta síntomas, historia clínica o anticuerpos. Otro error es esperar a que el daño avance para iniciar un abordaje integral.


En medicina funcional, no esperamos a que ?la casa se caiga? para empezar a hacer reparaciones. Actuamos en el momento en que las grietas aparecen.


¿Y qué pasa con el tratamiento?


Aquí es donde entra la gran diferencia. Mientras que muchos enfoques convencionales esperan a que la TSH suba más para recetar levotiroxina, la medicina funcional se enfoca en sanar la raíz del problema.


Eso incluye:


??Reducir la inflamación intestinal (muchos pacientes tienen permeabilidad intestinal o disbiosis que afecta la conversión hormonal)

?? Apoyar al hígado y la desintoxicación, ya que allí se activa gran parte de la T4 en T3

?? Regular el estrés y el eje hipotálamo-hipófisis, porque el cortisol elevado bloquea la función tiroidea

?? Incluir micronutrientes esenciales como selenio, zinc, hierro, vitamina D y B12

?? Modificar la alimentación, eliminando gluten, azúcar y procesados, que agravan la inflamación.



La tiroides no solo produce hormonas, también refleja cómo vives

A veces, la tiroides habla más de tus hábitos que de tu genética. Habla de tus horarios de sueño, de lo que comes, de cómo te hablas a ti misma, de lo que reprimes y lo que cargas sin darte cuenta.


En mi caso, sanar significó aprender a escucharme, no solo a interpretar mis análisis. Y es eso lo que quiero dejarte hoy: Tu cuerpo te está hablando. Si sientes que algo no anda bien, aunque tus exámenes ?digan lo contrario?, confía en tu intuición y busca una mirada funcional, profunda e integradora.


Conclusión: No es que estés exagerando, es que estás despertando

El hipotiroidismo subclínico es una de esas condiciones que necesitan ser tomadas en serio desde el principio. No para llenarte de fármacos innecesarios, sino para ofrecerte la oportunidad de sanar antes de que el daño sea irreversible. Y aquí estoy, no solo como médica, sino como mujer que lo ha vivido en carne propia, para ayudarte a recorrer ese camino con conciencia, ciencia y compasión.


Con cariño y compromiso,